#6.

Quiero hundirme entre pozos negros
para ver si soy capaz de encontrar
el triste motivo por el cual mi alma
no deja de sonreír por tu mirar.

Quiero perderme en el triste hogar
dónde se esconde la oscura bruma
de las noches sin final, con brujas
perdidas en cada esquina de un bar.

Quiero saber si fue verdad,
que en aquella fría noche
perdiste el miedo a volar,
y con él todos los reproches
que atormentaban la seguridad
de aquel extraño lugar.

Bésame si no encuentras
dónde poder ocultar
aquel cariño que invertimos
en construir nuestro hogar.

#5.

No sentirás dolor
cuando las lágrimas
inunden tu mirada.
Ya no sale el sol
entre aquellos paisajes
de caricias y enredos,
de señales y miedos.

Y ya no siento,
si sentir es queriendo.
Ya ni temo a eso,
a eso llamado
destino incierto.

Cuando la luna
brille en nuestros ojos,
y el camino sea
sólo pétalos de rosa,
podremos decir,
sin miedo al engaño,
que encontramos
aquello que nos hace daño.

#4.

"En esos momentos,

en los que no esté contigo;

En ese instante, 

en el que no sientas el frío;

Cuando se ría el camino,

de tu simple destino...

Serás sincero en el sentido

de que no puedes cambiar

el mundo, es sencillo:

Tú te quedas conmigo,

y yo, de ingenua,

me voy contigo."

#3.

"No sé que sentir
cuando veo en tu mirada
aquel reflejo del pasado
y el universo entre pestañas."

#2.

"Qué más dará lo que nos digan,
si por decir no dicen más que mentiras.
Qué más dará lo que piensen, 
si tenemos por bandera
un corazón que ya ni siente."

#1.

"¿Porque no rendirse ya?
Si total el mundo se gira
y, mirándote a la cara,
te grita que no vales nada."

"Tenue luz"

Y cuando nos miramos por última vez nuestras almas se rompieron en miles de fragmentos imposibles de reunir. Ese instante en el que nuestros ojos temblaban con el palpitar de una vela. El momento en el que supimos que nunca volvería a ser lo mismo, que siempre perdía el significado, y que todo era lo que nunca soñamos que sería. Porque, con un ligero gesto, me dejaste claro que ya no hay vuelta atrás. Con una simple caricia mi mente se hundió en lo más hondo del oscuro mundo. ¿Volvemos a sentir nuestro corazón o este se ha quedado mudo para siempre? Sólo por notar que se rompen los lazos que nos unieron. Por notar que se separan dos almas que estaban destinadas a estar juntas para siempre.

Sonreíste, y lo hiciste como siempre; con ese aspecto de ligereza, de que nada importa. Fue el momento en el que me sentí más destrozada, más bloqueada. Si a ti no te importaba mi mente no entendía porque seguía vagando por sueños inalcanzables, luchando por llegar a metas que ya no tenían lugar en mi cabeza. Y fue el dolor el que me hizo entender que no pasaba nada si nos quedábamos en silencio, abrazados, a la luz de unas velas que se consumían con cada suspiro.

'Necesitar'

Como las lágrima que, cayendo por tu mejilla, dejan el sabor amargo y característico del adiós. El color pálido de una despedida sincera, aquella que te enfría el alma y te hace perder la cabeza. Dejan una marca profunda en tu cara, para que recuerdes todos los momentos más dolorosos.
Y es cierto que se llora. Llorando acabas perdiendo el rumbo de la vida, hasta encontrate ahogada en tu mundo de agua. Ese mundo en el que los sueños los tienes de las manos, pero que al abrir los ojos desaparecen como fantasmas del pasado.
Y es cierto que es perder el tiempo. Que con cada sonrisa falsa perdiste tiempo. Con cada mirada de angustia que no se captó, y con cada movimiento pidiendo auxilio.
Te necesito; como te necesité ayer. Como te necesitaré mañana.

'Sin miedo'

Ya no me siento perdida entre la razón y el sentimiento. Ya no tengo miedo a quedarme sentada esperando un milagro. Porque mi milagro eres tú. Y se que siempre estarás a mi lado, aunque no sepas que esté hundida. Aunque nunca escuches las palabras de mis propios labios. Aunque nunca entiendas el brillo de mis ojos. Aunque nunca sepas la razón de mis silencios.

Sueños, esperanza y compasión.

En este mundo sin sueños, sin esperanza ni compasión perdimos todos los momentos que pedía la razón. Olvidamos los sentimientos abandonados en el corazón. Dejamos escapar nuestra vida por la ventana de nuestra habitación. Encontramos un día perdida, entre polvo y dolor, nuestra gran querida amiga la ilusión.
Tomamos por bandera las nubes, por embarcación el calor y navegamos siguiendo el camino de la pasión. Escondimos los nombres, cogimos la razón y escapamos corriendo hasta el momento del adiós.

Y es verdad que no quedan sueños, ni esperanza ni ilusión. Porque ns pusieron al borde del mundo sólo por nuestro amor. Nos abrazamos gritando que no habría muerte que separase nuestra unión y acabamos tirados, los dos, en el fondo del gran adiós.

¿Abismo o eternidad?

En un cuarto tan oscuro que ni podemos vernos las caras; en pleno día, con el mundo girando sin nosotros. Por fin sentimos algo, por fin estamos callados... Tumbados al borde del abismo, con la eternidad al otro lado del maltrecho camino.
Sentimos la muerte en nuestros brazos, la decencia en nuestros labios. Nos sentimos un mundo aparte que se derrumba en un abrir y cerrar de ojos. Por que nada es más frágil que nuestro castillo de arena, que nuestras ilusiones.

Y un beso en la frente hace tiritar mis propios pensamientos. Un beso en los labios me pierde; pierdo la noción del tiempo, olvido quiénes somos  y dónde estamos. Pierdo hasta el hilo de mi vida. Puedo morir si me besas, o puedo vivir sólo contigo en mi cabeza...

Sólo en sueños.

Y dentro de poco sólo conseguiré ver tu sonrisa en mis sueños. Aquella sonrisa que hacia tiritar mis sentimientos, me nublaba la vista y volvía mi mente una cueva sin salida. Por que será ese momento cuándo sepa que de verdad te perdí. Aquel momento dónde ya no recuerde tu sonrisa; sólo la perderé entre caras ajenas.

No cabe duda.

Y tus lágrimas son como cuchillas que desgarran las entrañas. Vaciando sin compasión los sentimientos de lo cabeza. Pero no cabe duda de que el momento de rendirse es ahora, después de tanto aguantado. No cabe duda de que toca rendirse después de haber luchado.
No hay más remedio que aguantar con lo que nos toca, ¿pero que hay del que no puede ni levantar los pies del suelo? El que ni es capaz de levantarse, es incapaz de echar a volar.

Y será el problema como te vea llorar. Será lo que me hará débil. Lo que me retenga en esta tierra sin nombre, en esta tierra de nadie. Por que donde hay sufrimiento hay amor, siempre acompañado por el odio...

No te agobies si no puedes entenderme... No lo hagas si no puedes volar, no todos pueden. Y así, cuando entiendas las palabras que el mundo quiere decirte, sabrás desplegar las alas y volar...
Pero hasta entonces espera. Espera tranquilo, sin miedo. Como la dulce melodía que recuerdas de no sabes donde. Por que cuando menos te lo esperes, aparecerá el día soñado.

Nada.

Y con tus últimas palabras se fueron también las oportunidades de ser felices juntos. De sonreírle a la luna, y cantar bajo su luz y la de las estrellas.
Se acabaron las opciones para todos, las decisiones ya están tomadas. Sólo somos pétalos a merced del viento... Sólo somos súbditos de nuestro destino.

'Cuentos.'

¿Cómo acaban los cuentos cuando no hay final feliz?
Igual es que no acaban hasta encontrar la felicidad...
Por que al fin y al cabo es verdad, esto no es un cuento.

'Rosas y sangre.'

Y son todas aquellas noches que te hacen pensar en lo que hemos vivido, en lo que hemos sentido. Por que no hay cosa más bonita que recordar en el olvido aquella melodía que llenaba de sangre nuestras venas.
Y de sangre está hecho el camino; camino de rosas y de espinas, dolor y lágrimas que te enseñan a no quejarte después de cada pinchazo.

Todos unos mentirosos y tú un cobarde. ¿Por qué si no huyes del recuerdo perdido? Huyes por miedo a volver a sentirte desesperado. Y no te culpo, es tu mente la que actúa sobre tus ojos asustados, sobre tu boca medio torcida por el miedo. Pero lo marca el grito de desesperación que sale de tus labios, pidiendo ayuda, pidiendo auxilio...
Nada será escuchado, por lo que todo es en vano. ¿Sientes ahora mi temor a perderte?
Es normal que no recuerdes, si nunca has olvidado.

Momentos.

Son los tiempos de cambio, de las nuevas sonrisas, del pulso acelerado.
El momento de dudar de ti misma, y de odiarte por encima de todo.
Los silencios que ya no son incómodos, las miraditas tontas y las indirectas forzadas.
Querer echarte atrás, no tener valor.
Acabas mirándote en el espejo, odiando tu sonrisa, odiando el brillo de tu propia mirada. "-¿Cómo va él a querer algo así?" Te dices, mientras bajas tu vista. No quieres aceptar la realidad por que duele, duele en el alma que es dónde no lo notan.
Le sonríes a la gente, aquí no ha pasado nada. Animas a un alma triste, la tuya está rota. Intentas seguir a flote apoyándote en las sonrisas falsas, pero notas que el agua está subiendo. Es el momento cuando llegan las olas que te das cuenta que estás perdida, no tienes nada que hacer. Así que te hundes, te caes.
Pero notas que alguien te está agarrando. Te resistes, no quieres ser salvada. Pero eso te aprieta más y más fuerte, intentando tirarte hacia arriba. Notas que va a caer contigo y decides ceder. No por ti, si no por él.
Y entonces lo ves, mirándote, con las lágrimas en los ojos y la sonrisa rota. Ves que está preocupado.
Articula dos palabras. Dos simples palabras que hacen que tu mundo se ilumine. Dos palabras que consiguen que tus ojos se abran. Sólo dos palabras...

"Te quiero."

Dos

Es volver a tropezar en la misma piedra; volver a caer con el mismo sentimiento. Querer no tener que verte todos los días en mi cabeza, como una pesadilla que nos absorbe. Pero al fin y al cabo ya no queda más que tu débil recuerdo en mi  memoria, ya no quedan más cosas que se puedan retomar.
Y no te echo las culpas de lo ocurrido, sólo te pido que entiendas los motivos que me llevan a cargar con este peso... Y es el dolor de echarte de menos lo que me dudar que buscarte ahora sea buena idea. Es el dolor de mi pecho el que me priva de la felicidad de llegar a encontarte.


Mas mi alma se niega a volver  a temblar cada ve que lea una palabra tuya, se niega a sonreír delante de extraños que no cumplen sus promesas, de débiles que no tienen el valor de enfrentarse a lo que les queda grande...

Pero admitiré que soy incapaz de no echarte de menos en estas circunstancias. Sigo diciendo que tropezaré tantas veces con la misma piedra que se me desgastará el zapato.

Nada más.

Dejé todo lo que me importaba por ti. ¿Y total para qué?
Ahora toca aprender a olvidarte, aprender los "no me importas".
Vuelven las sonrisas falsas y las largas noches en vela, esos días en que la oscuridad se vuelve la luz de tu mirada. Luz que ya no está, porque ya no está quien la ilumina.
Después no intentes volver, por que ya no estaré. No quedará ni rastro de lo que había, ni de lo que hay.
Sólo quedará un rastro de lágrimas que no conseguirás seguir, nada más.

'Ciegos y juntos.'

Y ese silencio que nos une será también el que nos mate. Porque acuchilla el alma con dulces trampas. Engaña la traición de nuestro sentimiento, serán trampas que nunca logremos entender. Porque estamos ciegos. Ciegos y juntos. El odio nos acabará consumiendo lentamente, hasta acabar con los dos.

Cuídate.

Cuídate. Cuídate cuando no esté yo. Cuídate por que te quiero.
Cuídate. Hazlo porque eres lo único que tengo. Lo único que mantiene esta alma mía anclada al suelo.
Quiérete. Por mí y por ti. Porque será lo único que quede al final. Lo único que sobreviva a la tempestad del tiempo y al carácter del mundo.
Porque el amor se acaba, igual que el tiempo, igual que nada.
Porque el mundo terminará para los dos; terminará para todos. Para todos y para nadie. Aunque parezca increíble aún se vive estando muerto.
Como esa canción que te hace llorar y no dejas de escuchar. Te recuerda el dolor de las entrañas, te hace sentir vivo aunque te sientas muerto...

Vive. Vive por los dos. No pienses en lo que queda atrás.
Sigue adelante aunque yo no esté. Porque no estaré para siempre, no seguiré tus pasos aunque quiera.
Aunque no te dejaré nunca solo. Siempre estaré ahí, y nunca me verás cerca.

Más quisiera seguir con las palabras.
Más quisiera vivir...

Otra vez.

Vuelta a los tiempos de antes, a los "te echo de menos" y a los "ya no me importas". Vuelta a las palabras sin alma, los llantos vacíos por todo lo que es nada...
Volvemos a los tiempos donde todo estaba mal, donde todo estaba al revés. Son tiempos donde nada importa, y todo es importante. Porque lo que tiene sentido no es importante, y lo confuso... Es lo que siempre has de entender.
Te preguntarás qué está pasando. Pero lo absoluto es lo que controla la razón, no somos nada sin dolor.
Y cayendo en silencio me pregunto si esto está bien, el volver a pensar en ti, en un nosotros. Volver a sentir las pasiones del ayer, los desenlaces fatales...
Te volverás a sentir mal y lo sabes...Entonces, ¿por qué sigues en esta absurda tortura?
Tu mente no entenderá nada, y nada será lo que busques. El objetivo se perderá con el tiempo, igual que tu vida se consume gota a gota, a cada instante...
El retroceso no siempre significa perder. Algunas veces se gana valor y otras saber. Todo sería distinto si pudiéramos arreglar cosas del pasado, pero a su vez... ¿De qué serviría?