Palabras.

Escucho tu voz y no quiero;

sólo deseo perderme en el cielo,

y me encuentro en tu infierno.

Lloramos dinamita

por no contenernos.

Perdimos la oportunidad,

nuestro momento se acabó.

Y sólo queda la esperanza, 

siempre tan ligera,

de encontrarnos de nuevo

en una noche como esta:

Con calor sofocando, 

y las lágrimas cayendo.

Con todos los recuerdos

obligándonos a ser otros.

Con cada sentimiento

apuñalando nuestro pecho.

Con cada palabra 

arrancando sentimientos, 

derribando recuerdos,

atormentando lágrimas,

olvidando el calor. 

Tú, otra vez.

¿Qué quisimos?

Si nunca nos aclaramos,

ni tampoco decidimos

que hacer con nuestras vidas. 

¿Qué queremos?

Ahora que estamos separados

deseamos encontrarnos

entre las frías sábanas

de una cama sin dueño.

Quiéreme;

pedían mis latidos.

Sin control ni decisión

amaste a otra

y mis latidos

dejaron de tener

simplemente sentido. 

En cada palabra.

Intento escribir y no puedo, 

pensar es inconcebible,

tras una noche de lloros,

de tristes momentos. 

Una noche de ser uno.

Intento ser más y

me quedo en menos,

cuando tus brazos no sienten

el dolor de mi mente,

insoportable, o eso dicen.

Intento quererte

y me odio. 

Tras un manto de niebla

tan oscura como tus

pupilas dilatadas

por un placer prohibido. 

Prohibir es palabra tabú;

entre nosotros no existe

ni el deseo, ni la venganza.

No existe la paz anhelada,

ni el momento de dulce ternura. 

Ilumina mis pasos,

yo me pierdo en el camino.

Porque no soy capaz

de encontrarte, ni de

soñar contigo.

Ellas.

Cuando aprenda a soñar contigo,
simplemente abrázame dormida.
Descubrirás cuál es la melodía
que acompaña mis pasos
cuando siento que no hay más camino.
Cuando no hay más lugar.

¿Cómo no celarse de esas flores
que decides al pasar mirar?
Si ellas son tan bellas,
                                        [sencillas
que envidian a cualquiera
que pretenda comparar.

1,

Hay veces que sólo necesitamos una caricia, un abrazo. Un simple reclamo de atención es suficiente para una sonrisa.
Que vengas y me cojas entre tus brazos, donde me siento tranquila, dónde puedo ser yo.
No me mires a los ojos porque sabes que me aparto. Sabes que huyo a encontrarme con tu mirada, me da miedo que descubras todo lo que siento y todo lo que oculto.
El  frio de tu piel me congela las heridas y me arranca los sentimientos, paso a paso, minuto a minuto...

Concepto.

Sola y perdida,
entre tanta gente
y el nuevo día.
Viendo amanecer,
yo tan tranquila.

Desgarrando sentimientos,
oculto las emociones.
Esas que producen
tus sonrisas y tu encanto.
Intento demostrar armonía,
pero tú me rompes los esquemas.

Intento demostrar tanto...
Que soy fuerte, ya no tiemblo.
No me hacen falta los apoyos;
eso me gusta pensar,
cuando me caigo sin prisa
en el terraplén de emociones,
que clava las espinas,
te desangras y no importa,
nunca importa...

Sólo existe el silencio
cuando te sientes a oscuras.
Mientras te desgarran
las entrañas con esmero.
Sólo existe un concepto,
una salvación, la vía de escape,
tú.

Frío.

Es frío tu roce

contra mi piel,

rasgando.

No sé que dolor

es más profundo;

Si el que tú me produces

o por el que a ti acudo.

Pero tu me haces 

sentir viva.

Para en unos instantes

arrebatarme

lo poco que tenía. 

Tú, tan frío

                   [cuchillo.

En esta noche

no quiero sentir

más que tu roce

sobre mi piel. 

#.

Muchas veces pienso

que esta realidad es infinita.

Como tus ojos, profundos,

cuando me hundo

en pupilas distraídas,

llenas de un amor

que es contagioso.

Muchas veces pienso

que eres peor que aquellos cuentos,

llenos de mentiras,

alegres momentos de tristeza.

Que ya no hay un príncipe 

que salve a esta princesa,

que ha dejado de ser real,

para ser ella.