lunes, 21 de mayo de 2012

Dulcemente.

Hoy sentí que el mundo venía abajo, que las paredes de mi mundo se me caían encima. Entonces abrí los ojos y te vi. Te vi ahí, junto a mí, como siempre sueles estar.
Apoyándome cuando estoy mal, evitando que me hunda en una tristeza infinita.
Y sonrío, sonrío por ti, sonrío por mí, sonrío por nosotros. Porque ahora somos algo, algo importante para mi alma, mi corazón y mi vida.
Mentiría si te digo que no me duele perderte, porque eres lo más importante de mi mundo.
Mentiría si te digo que no te quiero, porque eres lo más bonito que tengo, lo que más necesito.

Las palabras parecen vacías si se dicen sin sentido, sólo queda la esperanza de volver a ver brillar tus ojos con ese dulce temor.

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