Sueños.

Hoy soñé contigo,

que por fin te tenía a mi lado. 

Que me entrelazaba

con todos tus pensamientos.

  Hoy soñé contigo... 

Y quise quedarme

en esa realidad virtual.

Dónde nada podía separar;

nada nos podía separar. 

Cerrar los ojos y gritar,

dejar que me lleve el viento.

Acariciar, lentamente,

tus cabellos enredados.

Hoy quise no despertar.

Aparecer a tu lado

cuando mis ojos se abrieran.

Hoy quise ser feliz.

Y lo fui, o eso dije.

Quiero verte bajo

este cielo gris

color ceniza. 

Y abrazarte...

Nada.

Cuando necesites un simple abrazo,

una pequeña muestra de emoción,

cuenta siempre con mis brazos, 

mis pequeñas caricias a escondidas.

Cuenta con mis secretos,

tímidos recuerdos de ti.

Cuenta con verme otra vez

cuando ya no puedas más.

Contemos cuentos

sin finales felices.

Ya no existen para ti,

ni para mi, ni un nosotros.

Pero seguimos soñando, 

anhelando, queriendo...

Seguimos esperando,

no hay nada mejor.

Al final nuestra historia

es como esa canción

tan delicada de piano.

Con un comienzo mágico,

tan especial...

Con un final trágico

que acabará con todo.

Todo,

lo que nunca existió. 

Vivimos de sueños.

Me gustaría plasmar en estas líneas

todo lo que mi pecho desborda. 

Todos esos sentimientos agotadores

que me dejan sin palabras junto a ti.

Me gustaría que lo entendieses,

pero a la vez me aterra que sepas

todos esos secretos que oculto. 

Mi mirada los grita, en silencio. 

Pero nadie puede entenderlos. 

Y voy sintiendo, poco a poco,

como mi mundo se levanta. 

Voy sintiendo, un día más,

que las cosas van cambiando.

O quizás mi mente se ha vuelto loca,

o sólo es el mundo el que cambia. 

Por vivir soñando no me encierran.

Y soñar, quiero soñar contigo,

pero no verte con los ojos cerrados,

si no con ellos abiertos.

 Y saber que soñamos a un mismo tiempo,

cosas distintas, pero nuestras cabezas,

a centímetros una de otra.