Unas palabras tristes sonaban en una oscura habitación. Una vacía mirada que no sentía, que no quería ver. El mundo estaba helado, solitario... ¿Puedes aguantar la respiración y ver todo lo que te negaste a creer? Ya no es la misma habitación, los papeles se han cambiado en silencio... Todo está oscuro y duele. Vuelve para salvarme de este abismo en el que tú me tiraste. Vuelve para decirme que ya no hay peligro, que todo está en orden.
Las lágrimas escuecen mis ojos, las palabras dañan mis oídos, la realidad rompe mi alma en trocitos tan pequeños que ya no se pueden recuperar. Los minutos pasan, los sentimientos florecen de nuevo, pero meren al ver que tú ya no estás.
Me miraste a los ojos mientras me mentías... ¿Acaso se puede ser más cruel? He perdido la razón mientras buscaba la cordura... No creo volver a encontrar ninguna de las dos.
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