Esperas consumiendo,
la energía, ese pitillo.
Observando que el camino
no se detiene en tu descanso.
Ves pasar la gente,
hablando, sumergida en su mente.
Ves tantas historias que no sabes
como recordarlas todas.
Y esperas, esperas, esperas...
A ese momento perfecto,
el adecuado. El que no llega.
Te cansas y bajas la cabeza,
mientras pasa por tu lado
lo que puede que no busques
pero que tu alma ha deseado.
Pasa, eso, tan tranquilo
[Tranquila,
inadvertido.
Cansado.
En silencio.
Se agota y te observa.
Lento, tan despacio que
parece que ha detenido el tiempo;
soñando con un futuro
que no se parezca al lejano presente.
Soñando con un mañana
en el que su alma se sienta
al fin completada.
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