jueves, 25 de septiembre de 2014

,

Me duelen los ojos
de tanto llorar ya.
Pero no derramo lágrimas,
si no dolor,
en estado líquido.
Y voy notando aquí,
en mi pecho,
como el mundo cae.
Tan poco a poco.
Imperceptible.

Aparto la vista,
me dispongo a gritar,
en un silencio total.
¿Pero cómo romper
la perfección?
¿Cómo acabar con todo
lo que nunca supo vivir?

Arrástrame a tu mundo.
Ligera soledad,
tristeza, afinidad.
Oblígame a caer
si no puedes conseguir
un momento de paz,
alegría incontrolada,

felicidad irreal.

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